sábado, 12 de noviembre de 2011

Un tributo a los corazones rotos, el nuevo álbum de Coury Palermo.



Somos básicamente seres emocionales. Seres que han desarrollado la capacidad de mostrar las emociones que mueven su vida y le convierten en algo mucho mayor que los animales con los que compartimos el reino biológico. Y entre esas emociones no podemos dejar de colocar a la más intensa de todas, el amor. Aunque este sea uno que se transforma del idílico y sorprendentemente hermoso poema al dolor y el desasosiego.

Y es allí donde un fantástico compositor e intérprete independiente se hace grande. Verdaderamente grande, Coury Palermo. Un joven intérprete y compositor que tuve la dicha de conocer a través de mi fascinación por Sleepthief, Mr. Palermo, como le suelo llamar en un grupo cerrado de una conocida red social, se encarga particularmente de mostrar en sus composiciones un amor intensamente hermoso, pero delicado y destruido. En su primer álbum como solista independiente, Palermo nos presenta una compilación de trece temas en los que el amor se muestra hecho añicos, duele, lastima y se crea una conciencia de esperanza maravillosa. No es el clásico álbum pop en donde se enaltece a la forma edulcorada de amar, si no se muestran aquellos intensos sentimientos en donde los corazones han perdido un momento de dicha pero han ganado la fuerza para persistir y ser más fuertes.

Técnicamente el álbum de Palermo carece de ese sonido sorprendente al que estoy acostumbrado en las voces masculinas en géneros como el goth metal o el pop op, pero dentro de su género (difícilmente catalogable como “pop” aunque muy cercano al trabajo que en algún momento quiso realizar Cristina Aguilera con hermosos melismas), Palermo es muy bueno. Aún le falta desarrollarse, pero es comprensible y para ser su primer álbum, el producto es sorprendentemente bueno.

El álbum, “The Broken Way We Love” está plagado de piezas en canon en donde Palermo hace gala de su hermoso color de voz, piezas que me recuerdan mucho a los coros gospel del sudeste estadounidense en donde se ensalzan himnos a un amor mayor también. Esta influencia es evidente debido al contacto que Palermo tiene de su lugar de nacimiento y el lugar en donde tiene su residencia, Texas y Tennesse respectivamente (Austin y Nashville). Por momentos su voz me recuerda a ciertos tonos alcanzados por Phil Collins pero en una versión mucho más ligera y aguda. Melódicamente, el álbum mezcla de manera muy interesante piezas con cierta reminiscencia marcial con elementos que asemejan a valses en piano y violonchelos, algo recurrente en su musicalidad, permitiéndole crear una atmósfera intimista y delicada.

Las piezas se presentan de la siguiente manera:

1. The War – Una de mis favoritas, aunque demasiado triste y marcial para ser la pieza de apertura. Pero totalmente deacuerdo con el tema. Una balada melancólica plagada cánones y sonidos en violonchelo y redoblante que acentúan aún más su sonido marcial. Un poema a un amor roto y destrozado.
2. Waiting For Daylight – Hermosa y capaz de levantar a cualquier corazón lastimado. Limpia y hermosa a pesar de hablar sobre el desamor. Pareciera una progresión orgánica de “The War”
3. Hush – Suave e íntima. Alejada esta vez de los instrumentos orquestales y llena del intimismo de una guitarra. Una melódica pieza de despedida, idílica y hermosa. Mi balada favorita del álbum.
4. You’re All I Know – Una clásica pieza de dolor a piano con el sabroso twist de una voz en melisma masculina.
5. Bitter / Sweet – Una pieza que no dudaría en escoger como el punto final para una relación en donde debo decir adiós y no volver, pero que el dolor me invade. Así de simple, así de limpia, así de hermosa.
6. All of Me – Quizás una de las piezas en donde Palermo logra lucir más su voz, pero me parece una de las más débiles del álbum. Linda si, pero un tanto pequeña a comparación de las demás.
7. Stay Close – La pieza con la influencia más grande del gospel y el bebop del álbum.
8. Headline – El corte más comercial del disco. Una pieza que me recuerda en muchos aspectos a ciertos elementos de la lírica de Sarah McLachlan en sus inicios. Una pieza perfectamente adecuada para una radio de Contemporary Adults y que seguramente estaría en los charts.




9. In Your Wake – La pieza que musicalmente más me recuerda a las piezas adoloridas de Alanis Morrissette en “Jagged Little Pill”. Musicalmente es la que menos me gusta, pero las letras son de mis favoritas. Un reclamo claro a si mismo por el amor no correspondido.
10. Home – Una clásica pieza sureña de regreso a casa, esta vez, regreso al reconfortante hogar del corazón. Tristísima, me hace pensar en algunos momentos en que esta sería la evolución clara de una balada country.
11. Lay Your Weapons Down – Un bonus track que bien podría ser, en un álbum progresivo, el final de una suite entre “The War” y “Waiting for Daylight” Palermo logra crear una pieza en donde su voz sobresale a delicadas notas de órganos. Un poema a la paz que se necesita entre dos corazones lastimados.

Si tuviese que darle una calificación como crítico en estrellas, sería de cuatro debido a que no termina de convencerme el hecho de una voz tan hermosa que se contiene aún. Si tuviese que calificar como un fan, evidentemente serían cinco estrellas, pero me contengo con las cuatro.

Palermo posee un talento sorprendente y un aparato vocal hermoso, que con el tiempo estoy más que seguro que logrará maravillas si los medios lo promocionan lo suficiente y logra que su arte sea reconocido. De hecho le veo como una hermosa joyita por descubrir, de esas raras piedras preciosas que ni siquiera hay que pulir porque perderían su encanto.

Como siempre les deseo increíbles experiencias auditivas. Namaste.

Las fotografías fueron tomadas de la página oficial del artista.

Una prueba de su capacidad vocal en "Headline"

Su álbum puede ser descargado digitalmente en:

http://www.courypalermo.com/

http://www.e-junkie.com/courypalermo

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