Siempre me ha gustado experimentar con los sabores y desde que no puedo salir tan a menudo como salía a comer hasta hace algunos meses me decidí a probar mis propias versiones de mis platos favoritos.
Inspirado en el sabor de la quesadilla de pollo de T. G. I. Friday´s decidí trabajar esta vez en mi propia versión de este plato, claro que la sazón es diferente y la verdad creo que me quedó mejor a mi.
De nuevo es importante acotar que los ingredientes colocados son para dos porciones.
Ingredientes:
2 pechugas de pollo sin hueso ni piel (se consiguen facilísimas en la sección de congelados de cualquier supermercado)
1 chile pimiento verde (lo hago más por el color que por otra cosa, el sabor no cambiará si es rojo)
1 cebolla grande
2 ajos medianos
4 tortillas de harina de tamaño regular
1 y ½ tazas de mezcla de quesos para taco (lo consigues en la sección de lácteos de tu supermercado. De no conseguirlo podés mezclar ½ taza de cada uno de los siguientes quesos, mozzarella, cheddar y monterrey jack)
El jugo de dos limones
Aceite de oliva
Orégano
Romero
Pimienta
Chile en polvo
Sal
Opcional: Una lasca de jamón de York (la receta debería llevar tocino pero creo que el sabor no se sacrifica pero si la cantidad de grasa y calorías, ja ja ja, buen truco no)
Procedimiento:
Cortamos las pechugas en trozos pequeños, más o menos del mismo tamaño que usaríamos para un plato de cocina china, entiéndase del tamaño de un bocado. Cortamos la cebolla y el chile pimiento en bastones delgados pero consistentes y los dientes de ajo los picamos finamente.
Colocás las pechugas y los vegetales en un tazón para mezclarle el jugo de limón, el aceite de oliva (mas o menos unas tres cucharaditas), la sal, la pimienta, el romero, el orégano y el chile en polvo. Mezclás bien y lo envolvés en film o aluminio para colocarlo en el refrigerador al menos una media hora.
Preparás una sartén caliente y colocás allí el pollo y los vegetales marinados. Tratá de no agregar el exceso de líquido porque no serviría de nada, el pollo ya se habrá sazonado. Cocina las piezas de pollo por más o menos unos 8 minutos. Si vas a utilizar la pieza opcional, calentá otro sartén con un poquito de aceite de oliva (menos de una cucharadita) y picá el jamón York en cuadritos para cocinarlo en el aceite hasta dejarlo tostadito. No tendrá la consistencia crujiente del tocino pero si le añadirá muchísimo sabor. No lo mezclés aún.
Prepará una tortilla y agregale suficiente mezcla de quesos, luego la mezcla de pollo y vegetales y si así lo deseas algunas piezas de jamón. Agregá una capa adicional de queso y sellá con otra tortilla. Repetí el proceso para preparar la otra quesadilla y prepará el grill. Si no tenés a mano un grill, una sartén amplia de teflón sin aceite ni agua servirá. Colocá las quesadillas sobre la superficie caliente y dejá que el queso se funda y las tortillas se tuesten un poco. Esto tomará mas o menos unos 5 minutos dependiendo de la temperatura.
Colocá las quesadillas cortadas en cuatro tríangulos y servilas con guacamole mexicano (la receta es bien sencilla, solo mezclá aguacate, tomate picado, cebolla picada, cilantro picado, tomillo, aceite de oliva, limón, sal y pimienta y listo).
Este no es un plato gourmet así que nada mejor para acompañarlo que una cerveza suave o quizás una soda de dieta mientras escuchás algo más mainstream como fondo musical. Que tal las siguientes recomendaciones:
“Need You Now” de Lady Antebellum para quedarnos con el mood Southwestern de este plato.
"Insatiable" de Darren Hayes
O seguramente algo más provocativo como “Tu Boca” de Cabas.
Como siempre les deseo increíbles sabores en su cocina y mejores experiencias de vida.
Namaste.
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